El comienzo del mes de Muharram, primer mes del calendario lunar islámico, nos anuncia un nuevo año, 1438. Desde que el profeta emigrara de la Meca a Medina en un momento de sumo peligro por el grado de persecuciones y soledad que asolaba al profeta ante la muerte de su protector, Abu Talib y su sostén, su esposa Jadiya. Esta emigración señala el paso de la debilidad a la fortaleza y en el momento de máxima incertidumbre en el que los enemigos planean el asesinato de Muhammad, aparece la mano de Dios, abriendo para el profeta y sus partidarios una nueva fase del desarrollo del Islam, lleno de fuerza y apoyo, como el que le brindaron los Ansar (auxiliares), en Medina, donde funda el Estado Islámico, Reino de Dios en la Tierra.

Después del ataque de EEUU a Iraq en el año 2003 bajo la excusa de la lucha contra el terrorismo, se activó una rama del grupo Al-Qaeda en Iraq bajo el liderazgo de Abu Mus’ab Al-Zarqawi y comenzaron a haber gran cantidad de ataques suicidas. La colocación de bombas en lugares públicos, el asesinato y la violencia en nombre del “Islam” y la lucha contra EEUU, son algunas de sus actividades más importantes.

Estados Unidos e Israel han expresado su preocupación, por la presencia, cada día más creciente, del gobierno ruso en defensa activa de la República de Siria. Apoyo político como miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas junto a las coordinaciones y las continuas reuniones con miembros del gobierno sirio, como también el sostén y asistencia militar, con decisiones que implican la entrega de material de guerra: despliegue de modernos sistemas de defensa antiaérea y entrega de material aéreo y blindados donde sobresale el avión Mig 31 y el potente tanque T-90.

Por primera vez en la sede de la Asamblea General de las Naciones Unidas, la bandera del Estado de Palestina se izó, el miércoles 30 de septiembre de esta gestión, este hecho histórico marcó sin lugar a dudas la luz de esperanza para el reconocimiento del Estado Independiente de Palestina.Para este hecho las Naciones Unidas cambiaron el pasado 10 de septiembre las normas que regían hace décadas, la licencia de los observadores permanentes para ondear su bandera en la entrada de la sede, a lo que obviamente como era de esperar se opuso rotundamente el Gobierno de EE.UU; así mismo lo señaló el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnets.

En un libro escrito por el jubilado profesor norteamericano de religión y teología, ahora convertido en escritor político, David Ray Griffin, se describen más de un centenar de pruebas contra el reporte de la comisión investigadora de los ataques terroristas de Septiembre 11 en Nueva York y el Pentágono, referidos en este artículo como los ataques del 9/11. Este libro concluye que el reporte de la comisión se dedicó solamente a absolver a la administración del presidente Bush y a las fuerzas armadas, de cualquier tipo de culpa relacionada con los ataques. Al mismo tiempo el autor del interesante libro expone como, además de encubrir, la comisión también se dedicó a ignorar asuntos bastantes comprometedores que dan al traste con la idea de que estos ataques fueron perpetrados por Al Qaeda y que no pudieron ser detectados debido a confusión, negligencia y falta de coordinación entre las distintas agencias del gobierno norteamericano, poniendo más peso en culpar sutilmente a la FAA (Administración Federal de Aviación), que estaba encargada de informar a las fuerzas armadas de los secuestros aéreos.

Tanto Al-Bujari como Muslim, ambos Shaij afirmaron en sus libros que el Mensajero de Allah (BP) realizaba dos ciclos de oraciones en Mina, y Abu Bakr después de él; asimismo ‘Umar después de Abu Bakr, y también ‘Uzman al comienzo de su Califato, pero luego este último se apartó de la regla en el transcurso de su Califato, y comenzó a realizar cuatro ciclos. Muslim, además, expresó en su libro que Az-Zahri le preguntó a ‘Urwah: “¿Por qué ‘Aishah hace sus oraciones completas durante el viaje?”. Éste respondió: “Ella interpretó de la misma manera en que lo hizo ‘Uzman”.‘Umar ibn Al-Jattab también solía interpretar y hacer dictámenes que contradecían los claros textos de la Tradición del Profeta, e incluso los textos evidentes del Sagrado Corán, sobre el cual juzgaba según su propia opinión, como él solía decir:“Había dos Mut‘ah permitidos durante la vida del Mensajero de Allah, pero yo los prohibo, y castigo a quienes los realicen”…

El Corán ha sido compilado en el marco de 114 suras y cada una de éstas contiene un número diverso de aleyas. En este capítulo analizaremos los significados de las aleyas, las suras, y los nombres y clasificación de las suras del Corán. También estudiaremos el número de las aleyas y términos de este Libro Sagrado.El significado lingüístico del vocablo “Âiah” (aleya) es “signo o señal clara y evidente”. Ibn Fâris argumenta: “Aleya, es un signo”. Râgib también ha manifestado: “Aleya, es una señal clara”. En los empleos coránicos ha sido utilizado este mismo significado lingüístico, teniendo en cuenta sus diferentes aspectos: Signo y señal, Milagro, Mandato, Creación, Profetas y seres próximos a Dios

Por una parte en las ciencias pedagógicas y de la psicología se enfatiza en la auto-confianza, pero en las enseñanzas Islámicas, la ética y el gnosticismo (Irfán) por otra parte, hacen énfasis en que uno debe confiar únicamente en Al-lah y no en uno mismo. ¿Hay una contradicción en estas dos opiniones Para discernir si hay contradicción o no, primero debemos tener una definición clara de los dos términos. Existen dos formas de entender “la auto confidencia”: 1. Conocer las habilidades propias, las potencialidades y construir las capacidades existentes en el intento por satisfacer los deseos propios, logrando la verdadera identidad humana. Esta versión no entra en conflicto con la idea de confianza en Dios. La ventaja de esta opinión es su compatibilidad con los dos términos religiosos claves: Auto-conocimiento y el Conocimiento de las bendiciones de Dios, y la forma correcta de utilizarlas...

La ejecución del Ayatolá Nimr Baqir Amin al-Nimr, el sábado 2 de Enero por el régimen de Arabia Saudita, muestra una vez más el odio y la aversión por la Riad hacia los musulmanes shiitas del todo el mundo; pues su gran error fue defender los derechos de los musulmanes shiitas saudíes y exigir iguales condiciones en todos los aspectos, ya que se ha reflejado una discriminación intolerante en contra ellos. Su lucha en contra la opresión y la injusticia de los más oprimidos ante la Riad, es un ejemplo del simbolismo histórico que deja huellas y muestra la desigualdad de los más fuertes contra los más débiles. Y esto lo seguimos comprobando en la actualidad; pues los shiitas siempre fueron perseguidos, torturados, asesinados, y martirizados.El Ayatolá al-Nimr había pedido en repetidas ocasiones mejoras en la situación de los musulmanes shiitas saudíes y el fin de la injusticia del régimen en contra de ellos, independientemente de cualquier consideración externa. Sus esfuerzos para llamar la atención sobre la discriminación sistemática que sufren los musulmanes shiitas en la educación, el empleo, frente al poder judicial, la libertad religiosa, entre otros sectores, había venido ganando seguidores en la predominantemente Provincia Oriental shiita de Al Qatif.
Los historiadores están de acuerdo en que la difusión del Islam en al-Magrib se debió a ‘Amr b. al-As, Abd Allah b. Abi Sarh y Uqba b. Nafi que fue el que construyó la fortaleza de al-Qayrawan para combatir a los invasores bizantinos. Afirman también que, con la llegada de Musa b. Nusayr, el Islam se difundió en la mayor parte de al-Magrib porque los indígenas lo aceptaron espontáneamente.En esta época la fe musulmana era sencilla y natural y no conocía sectas ni doctrinas como ocurriría posteriormente. El contacto de al-Magrib con el Oriente era cada vez más grande debido a las oleadas de emigrantes que se dirigían a esta parte del mundo islámico con fines diversos: Unos para asentarse en él, otros para alejarse de persecuciones y otros por otras causas...