Las condenas se suceden, a porfía. Una masacre inhumana. Un atentado contra la humanidad. Una profanación, una blasfemia. Todas las palabras de condena llevan razón. Pero ¿por qué no reprobamos por igual cuando son otros los que mueren: en Alepo, en Bagdad, en Kabul, en el Mediterráneo, muertos sin número en lugares sin fin? ¿No valen, no duelen por igual todos los muertos? Pronto olvidaremos también a los muertos de París, y seguiremos condenando nuevas masacres. ¿De qué servirá si no nos preguntamos el por qué y el adónde? ¿Por qué estamos donde estamos?Se suceden también las declaraciones de guerra. Me inquieta profundamente la primera reacción del gobierno francés: los bombardeos de Raqqa. ¿Acaso intimidarán nuestras demostraciones de fuerza a los que no conocen el miedo? “Es el combate de la civilización contra la barbarie. Venceremos al terrorismo”, proclaman, mientras la industria de las armas se frota las manos.

Tras el ataque a Beirut el mundo no se solidarizó con el pueblo libanés, y menos aún los grandes medios de comunicación occidentales que sacaron a la calle a sus corresponsales para criticar la acción terrorista que dejó 44 muertos.""El día 13 de noviembre dos explosiones llevadas a cabo por atacantes suicidas sacudieron Ain al-Sikke, ubicado en Bourj el-Barajneh, un barrio periférico al sur de Beirut, la capital de El Líbano – habitado mayoritariamente por creyentes chiitas -. Este atentado, reivindicado por EIIL – Daesh en Árabe – sacudió esta ciudad del levante mediterráneo y causó la muerte de 44 personas y 250 heridos"".Los ataques en Beirut se llevaron a cabo en el marco de lucha contra las fuerzas terroristas takfirí, principalmente Daesh y el Frente Al-Nusra (filial de Al-Qaeda), encabezadas por el Ejército de El Líbano y del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano - Hezbolá - en la región libanesa de Arsal, cerca de la frontera con Siria.

Las actuales noticias referidas a los múltiples atentados que sacudió a Francia en un solo día, más específicamente, el “Viernes negro en París”; donde se cobraron la vida de más de 125 personas, y 352 heridos, el viernes 13 de noviembre, nuevamente hacen crecer la islamofobia existente en Occidente, atribuyendo a que la “violencia islamista golpea París en un ataque múltiple sin precedentes”; así por ejemplo titula un artículo del periódico “Rebelión”.“Más de un centenar de personas han muerto según fuentes policiales en al menos 7 ataques en diferentes puntos de París el pasado viernes por la noche. Un secuestro en la sala de conciertos Bataclam, ha acabado con un asalto de la policía y la muerte al menos de dos terroristas, al mismo tiempo se ha registrado al menos un ataque suicida en los exteriores del Stade de France, donde se disputaba un Francia-Alemania, en el que estaba presente Francois Hollande”.

La influencia de la historia oficial, el trabajo de los medios de comunicación occidental y el lobby político, diplomático y económico del sionismo, desde mediados del siglo XX hasta nuestros días, junto al aval cómplice de las potencias occidentales, ha presentado a Israel como un modelo democrático en Oriente Medio.Con ello, se trata de diferenciar a la entidad sionista de los gobiernos árabes de la región y un entorno, primordialmente musulmán, visualizando así a Israel como una especie de escudo de la cultura democrática occidental. Un espejo de lo que occidente persigue, para un mundo donde Israel hace su aparición moderna a partir de los procesos de ocupación y colonización, impulsados por Gran Bretaña a principios del siglo XX, la Alemania nazi en los años 30 del mismo siglo - a partir de los denominados Acuerdos de Haavara y tras el término de la segunda guerra mundial con el aval, el apoyo, el financiamiento y la incondicionalidad de Estados Unidos, que ha sido el gran valedor de un Israel convertido en el gendarme de occidente en Oriente Medio.

Grupos terroristas de raíz takfirí, como es el caso del autodenominado EIIL – Daesh en árabe – que operan directamente en Siria e Irak y ejercen su nefasta influencia en el Magreb y otros países de Oriente Medio y Asia Central, donde cometen crímenes de lesa humanidad, pretenden con su acción mancillar el nombre del Islam, sirviendo a intereses de la triada Washington-Riad – Tel AvivEl nombre Daesh, ha sido utilizado por algunos medios de comunicación como una de las posibles traducciones del acrónimo árabe al-Dawla al-Islamiya fi al-Iraq wa al-Sham – Estado islámico de Irak y el Levante - que es el nombre que utilizan la mayoría de los países árabes para referirse al grupo terrorista takfirí; que avalado, financiado y apoyado militar, logística y financieramente por gobiernos como el estadounidense, la entidad sionista y fundamentalmente por la reaccionaria Casa al Saud han sembrado el terror en Irak y Siria.

Recientemente más de 4700 personas haciendo el rito de la peregrinación Mayor (Hajj) han perecido por una estampida. Hubieron acusaciones, incluso para el Príncipe Saudí, Salmán bin Abdulaziz Al Saud, quien por su presencia y gran escolta habría ocasionado la misma, o como otras versiones manifiestan de la mala organización por parte de la administración de este lugar Sagrado para el mundo islámico.Y es que la visita a estos lugares no solo se las realizan por turismo o paseo; sino ello obedece a una obligación dada por Dios en el Sagrado Corán, la misma que obliga (siempre y cuando tenga posibilidades) a los musulmanes y a las musulmanas que puedan visitar y realizar el Hajj al menos una vez en la vida.

Tanto Al-Bujari como Muslim, ambos Shaij afirmaron en sus libros que el Mensajero de Allah (BP) realizaba dos ciclos de oraciones en Mina, y Abu Bakr después de él; asimismo ‘Umar después de Abu Bakr, y también ‘Uzman al comienzo de su Califato, pero luego este último se apartó de la regla en el transcurso de su Califato, y comenzó a realizar cuatro ciclos. Muslim, además, expresó en su libro que Az-Zahri le preguntó a ‘Urwah: “¿Por qué ‘Aishah hace sus oraciones completas durante el viaje?”. Éste respondió: “Ella interpretó de la misma manera en que lo hizo ‘Uzman”.‘Umar ibn Al-Jattab también solía interpretar y hacer dictámenes que contradecían los claros textos de la Tradición del Profeta, e incluso los textos evidentes del Sagrado Corán, sobre el cual juzgaba según su propia opinión, como él solía decir:“Había dos Mut‘ah permitidos durante la vida del Mensajero de Allah, pero yo los prohibo, y castigo a quienes los realicen”…

“A las 8.45 del 11 de septiembre de 2001 Estados Unidos sufrió el peor ataque de su historia en su propio suelo por parte de sus enemigos extranjeros. Visto que los detalles de lo que sucedió ya son tan conocidos como los del 7 de diciembre de 1941 y los del 11 de septiembre de 1939, no me voy a extender sobre el número de aviones utilizados, la cantidad de víctimas mortales o las múltiples llamadas telefónicas de adiós por parte de seres queridos que viajaban en los aviones que los terroristas suicidas estrellaron en el World Trade Center y en el Pentágono. Lo que sí desearía hacer, ahora que me acerco al final de este libro, es formular una serie de puntillosas preguntas a nuestro Comandante en jefe, quien por haber sido designado por los amigos de papá (Bush) en el Tribunal Supremo, piensa que no tiene que responder a nada. Aquel día murieron 3.000 personas y hay algo en dicha tragedia que a mí y a un montón de gente más no nos acaba de cuadrar. Así que señor Bush, ¿podría aclararme estas cuestiones?

En un discurso emitido en la universidad New School de Nueva York, Noam Chomsky explicó por qué cree que EE.UU. representa la mayor amenaza contra la paz mundial. “[Estados Unidos] es un país deshonesto, indiferente a las leyes y convenciones internacionales, con derecho a recurrir a la violencia a su voluntad. Piensen, por ejemplo, en la doctrina Clinton, a saber, que Estados Unidos es libre de recurrir al uso unilateral de poderío militar, aun para fines tales como asegurar el acceso sin restricciones a mercados clave, suministro energético y recursos estratégicos, por no hablar de seguridad o cuestiones supuestamente humanitarias. Y la adhesión a esta doctrina está muy bien confirmada y practicada, y necesita ser discutida seriamente por la gente que desea analizar los hechos de la historia actual”. Chomsky también explicó por qué cree que EE.UU. y sus aliados más acercamos, a saber Arabia Saudita e Israel, están socavando las posibilidades de paz en Medio Oriente. “Cuando decimos que la comunidad internacional se opone a las políticas de Irán o la comunidad internacional hace alguna otra cosa, eso significa Estados Unidos y algún otro país que esté de acuerdo con su política internacional”.

Así se tiene una encuesta que monitorea la intimidación dirigida hacia adolescentes y niños musulmanes en California considera que la mitad en algún momento ha sido objeto de comentarios y rumores infames sobre su religión, en la que fueron encuestadas 471 estudiantes musulmanes en las escuelas públicas de California entre las edades de 11 a 18 años, donde el 50% denunció acoso social, a lo largo de las historias y otras observaciones.
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