Es muy importante hablar de unión familiar y del rescate de valores morales y éticos, justamente en estos momentos, donde el consumismo ocupa el primer lugar en la escala de virtudes y cualidades a nivel mundial; pues desde el momento en que el consumo se ha convertido en un factor central para definir a las sociedades, ha recaído sobre los consumidores la “obligación” de consumir y ello aunque las condiciones sociales, económicas o políticas no sean las más favorables; ya que el capitalismo de consumo depende de que los compradores no pierdan su confianza y continúen consumiendo.Y aunque el consumo ha estado presente a lo largo de la historia, no ha existido otro momento en el devenir histórico en el que el consumo haya definido por sí mismo las señas de identidad de las sociedades occidentales contemporáneas.

Ya próximos al nuevo año 2016 y haciendo un balance de los acontecimientos y hechos que marcaron el 2015, vemos que este año estuvo marcado por muchos acontecimientos negativos, los cuales hasta ahora continúan sin resolverse, y que por su importancia se hace necesario darlos a conocer para que de una vez por todas salga una luz de esperanza y se lleguen a soluciones positivas en el marco del respeto y por la defensa de millones de personas que hasta ahora siguen sin hogar, nos referimos a los refugiados y desplazados, uno de los sucesos que marcó el 2015 un récord a nivel mundial.Se trata de la cifra de refugiados que de acuerdo al informe del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), en 2015 fue superior a los 59.5 millones de personas que el año 2014. Los conflictos que se agudizaron en 2015, provocaron un éxodo sin precedentes de refugiados hacia países europeos, solo comparable con el que provocó la Segunda Guerra Mundial. Algunos refugiados llegaron por tierra y muchos arriesgaron la vida cruzando el mar Mediterráneo; pero no todos lograron pisar suelo europeo; pues más de 3.400 han muerto o desaparecido, de acuerdo a la Organización Internacional de las Migraciones (OIM).

El encierro y la tortura del Clérigo shia Ibrahim Zakzaky por parte del ejercito Nigeriano es una prueba contundente de la intolerancia que se tiene al islam y a los musulmanes; ya que se viene masacrando, capturando, y asesinando a sus seguidores y líderes tal cual lo manifestaron activistas de la Comisión de Derechos Humanos de Nigeria señalado el pasado martes 15 de diciembre de 2015 que el Ejército nigeriano ha matado a cientos de musulmanes chiíes calificando tales hechos como ""una masacre""; porque no se están respetando las garantías de las personas ni muchos menos de aquellas que practican una fe. El ejército Nigeriano ha sido cómplice y el autor de estos actos de atosigamiento y terror contra los musulmanes, hoy no se puede tolerar cómo en un país en donde más del 50% son musulmanes pueden sufrir estos tipos de vejámenes en donde el gobierno sí tiene una responsabilidad; pues el ejército y las fuerzas armadas tienen una dependencia del poder gubernamental por ello manifestábamos cómo los gobiernos que emergen de dictadura aun no puede olvidar sus prácticas fascistas en contra de la población civil.

Nigeria ha sido escenario de centenares de asesinatos cometidos contra la comunidad chiita de este país africano. Muertes que a pesar de su crueldad y grado de violencia no han generado esas reacciones tan propias del mundo occidental, que sale a las calles para proclamar el amor por la vida, siempre y cuando esa vida sea occidental. Je Suis Chiita no es parte del sentir de los gobiernos de Francia, Inglaterra, estados unidos o aquellos que se conmovieron por los ataques en Paris el pasado mes de noviembre atribuido a Daesh, mostrando que para algunos existen muertes de primera y segunda categoría.Los asesinatos de la comunidad chiita en Nigeria a manos del Ejército y el grupo terrorista takfirí Boko Haram deben ser condenados sin distinción alguna, no hacerlo así y separar las muertes porque ocurren en Europa o en África es seguir perpetuando el colonialismo mental y el servilismo de aquellos que sacan a relucir su Je Suis Paris y dejan enterrados los lamentos por el pueblo sirio, palestino, libio, saharaui o en este caso la comunidad chiita de Nigeria No vale más un francés que un palestino o un yemení, no vale más un muerto parisino que uno de Zaria en el norte nigeriano y sin embargo el colonialismo y servilismo nos sigue dominando.

Siempre los países ricos han tratado de doblegar a los países pobres o en vías de desarrollo, mediante sus recetas económicas y fundamentalmente sus aparatos ideológicos como el internet, el cine y la televisión a tal grado se ha dado ello que muchas de estos monopolios se han comprado muchos medios de comunicación (cadenas, redes y corporaciones) para que de esta manera las negociaciones debajo de la mesa sean higienizadas y purificadas mediante estos aparatos que en definitiva sedan y silencian haciéndonos creer que ellos son buenos y de que las políticas económicas e ideológicas son la única alternativa que puede salvar a la sociedad y al mundo.Una de estas recetas es el Consenso de Washington aquel que fue elaborado en 1989 como una alternativa, que si bien no es oficial muchos estados en especial EEUU, han tratado de aplicarlos directamente sobre las economías latinoamericanas mediantes sus organizaciones “económicas”; tales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), El Banco Mundial (BM) y la Organización Mundial de Comercio (OMC), haciendo creer que esas políticas son las más adecuadas para salvar las economías que según ellos están colapsando.

En un período histórico donde el Islam sufre ataques de diversos frentes, destacando en ello una enorme campaña comunicacional, que intenta desvirtuar la esencia de esta milenaria e influyente cultura, el líder religioso Iraní Ayatolá Seyed Alí Jamenei dio a conocer una carta, la segunda en este año 2015 dirigida a la juventud del mundo occidental. Una carta de suma importancia publicada en un momento oportuno y con una profunda percepción de la realidad actual.El objetivo central de esta misiva, surgida en el marco de un Oriente Medio convulso tras las agresiones terroristas contra Siria e Irak, como también atentados terroristas que han causado víctimas en Beirut, Bangkok, Mogadiscio, Ciudad de Kuwait, Túnez, Ankara, Maiduguri, Paris, Susa, uniendo en el dolor a millones de ciudadanos de países tan diversos como El Líbano, Túnez, Tailandia, Nigeria, Mali, Francia, Dinamarca y en forma crónica en los territorios palestinos ocupados por la entidad sionista, que sufre el terrorismo hace ya 70 años.

Los amargos acontecimientos que provocaron el terrorismo ciego en Francia, una vez más, me han motivado a dialogar con vosotros los jóvenes. Para mí resulta lamentable que tales acontecimientos generen estas intervenciones, no obstante, es una realidad que si estos asuntos dolorosos no preparan el terreno para encontrar una solución y un motivo para que nos pongamos a pensar juntos, los daños serían mayores...Cualquier persona que sepa de amor y humanidad, se siente consternada por tales escenas, sea en Francia, Palestina, Irak, Líbano o Siria. Seguramente, los mil millones y medio de musulmanes del mundo comparten este sentimiento y repudian a los artífices y perpetradores de tales tragedias.

En 1977 la Asamblea General de las Naciones Unidas, pidió que se observara anualmente el 29 de Noviembre como el día Internacional de Solidaridad con el pueblo de Palestina (resolución 32/40). Ese día, en 1947, en que la Asamblea había aprobado la resolución 181 (II) sobre la partición de Palestina.A tal efecto, este día se llevó a cabo el plan de partición aprobado por la Asamblea General de Naciones Unidas, el 29 de noviembre de 1947; es decir la partición de Palestina en dos Estados soberanos uno judío y el otro árabe, junto con el área de Jerusalén, Belén incluida, la que debía quedar bajo la administración de Naciones.

""Quien cava una fosa para su hermano cae en ella"", dicho del profeta Muhammad, la bendición y la paz sean con él y con su Descendencia.Las declaraciones de algunas autoridades de potencias occidentales en las que reconocen haber creado a Al Qaida o ISIS, son soslayadas por la gran prensa que tiende a recargar el peso de la responsabilidad de la existencia de estos grupos terroristas en el mundo islámico y en los musulmanes. Pero, ¿quién apoya a estos grupos con logística del más alto nivel; cómo pueden vender el petróleo del norte de Irak a través de Turquía según denuncian Siria y los rusos, sin que nadie pueda impedirlo? ¿Cómo hacen en Francia unos cuantos inadaptados para poner en jaque todo el sistema de seguridad y moverse con armas de guerra Kalishnikof y explosivos en un país que decía estar en alerta plena ante la amenaza inminente de un ataque terrorista? ¿Cómo entran miles de personas provenientes de Europa a Siria para luchar contra su gobierno y su pueblo, nadie los ve ni en Europa, ni en Turquía o Jordania, aliados de las potencias occidentales? ¿Qué pasa con los satélites de la OTAN, tan activos en la invasión a Irak y tan ciegos hoy?

Para garantizar al mundo “una fuente de energía limpia y accesible”, como el gas, además para permitir un precio justo del gas que esté asociado a la evolución del precio del petróleo y al desarrollo sostenible en armonía con la Madre Tierra, y entre otras temáticas determinar la posibilidad de “levantar varias sanciones impuestas injustamente por Estados Unidos, la Unión Europea y otros Organismos de la Comunidad Internacional”; la III Cumbre del Foro de Países Exportadores de Gas (FPEG), arrancará este lunes 23 de noviembre en la capital de la República Islámica de Irán, Teherán.
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