Ustedes saben que cuatrocientos cincuenta años, antes del descubrimiento de América por parte de Colón, muchos comerciantes habían llegado, muchos musulmanes, a este mismo continente, llegaron a las costas de América Latina, llegaron a Venezuela, pero no llegaron ni con intención de invadir, ni con intención de matar. Cuando llegan las primeras embarcaciones, especialmente Colón escribe en sus memorias, cuando él llega y pasa por la isla de Cuba, en sus propias memorias dice: “Yo he visto minaretes de las mezquitas de los musulmanes”. Pero los musulmanes no mataron millones de indios, ni esclavizaron millones de africanos. Ellos no construyeron su civilización islámica sobre los huesos, la carne y la sangre de los seres humanos.
Dentro de varios días, quizás a partir del mediodía del viernes 15 de junio, los sirios que traten de ver los canales nacionales sólo captarán en sus televisores otros canales creados por la CIA. Imágenes filmadas en estudio mostrarán masacres imputadas al gobierno, manifestaciones populares, ministros y generales dimitiendo, al presidente al-Assad dándose a la fuga, a los rebeldes reuniéndose en pleno centro de las grandes ciudades así como la llegada de un nuevo gobierno al palacio presidencial.
En esta charla se supone que vamos a hablar en dos dimensiones. La primera etapa voy a hablar acerca del tema que se eligió, la segunda etapa va a ser un foro de preguntas y respuestas. El segundo problema es que, en realidad, se eligieron cinco temas para esta reunión, y por el poco tiempo que tenemos y el tiempo que se pierde a través de la traducción y realmente tratar de dar cinco temas al mismo tiempo es difícil, a pesar de que yo tenga otras especialidades, pero la especialidad de poder dar cinco títulos en un tiempo, es un poco complicado.
Se cumple un año ya desde el comienzo de los disturbios en Siria. Mucho se ha escrito y se ha hablado en este tiempo y, lo que a nosotros nos llega, especialmente enfocado en un sentido, el de presentar lo que ocurre en Siria como una insurrección popular contra la que se ejerce una brutal represión. Pero a pesar de todo, después de un año, intentar negar que lo que ocurre en Siria es fruto de una conspiración internacional es como querer negar que el sol amanece cada mañana nuevamente.
Todo el mundo, con una especie de alegría, nos anuncia hoy que ha llegado la primavera. Al escuchar hablar tanto de ello se me ha venido a la cabeza otra primavera, esa de la que se lleva hablando tanto tiempo sin que de momento hayamos podido percibir el olor ni el color de sus flores. Eso que se dio en llamar “Primavera árabe” tenía desde un principio cierto tufillo sospechoso que hacía recordar esas revoluciones de colores que a través de la CIA, la Fundación Soros, la organización USAID, o el National Endowmentfor Democracy, son fomentadas desde la primera década de este siglo para intentar acabar con gobiernos o dirigentes poco amigos, consiguiéndolo como en algunos casos del este de Europa, o fracasando estrepitosamente como por ejemplo las veces que se ha intentado en Irán.
¿Qué libro es éste que  penetra en lo más profundo de los corazones de los lectores, los  cuales  parecen  hechizados y enamorados? Para mí, no es un libro sino un hechizo extraordinario. [«Dios ha revelado el más bello relato, una Escritura cuyas aleyas armonizan y se reiteran. Al oírla, se estremecen quienes tienen miedo de su Señor; luego, se calman en cuerpo y en espíritu al recuerdo de Dios. Ésa es la dirección de Dios, por la que dirige a quien Él quiere. En cambio, aquél a quien Dios extravía no podrá encontrar quien le dirija» (Corán 39: 23)]