La visita del Presidente Iraní, Hassan Rohani a Venezuela donde asistió a la XVII Cumbre de Países No Alineados (MNOAL), que comenzó el 17 de agosto en la isla de Margarita, estado Nueva Esparta, de ese país, en la que traspasó la Presidencia del bloque a la República Bolivariana de Venezuela, marca sin lugar a dudas un hecho histórico sin precedentes en la transición que debe hacer el mundo, en la importancia de establecer un nuevo orden mundial ante las potencias imperiales y sionistas con sus aliados de la región, un nuevo orden mundial más justo que potencie un nuevo orden económico internacional y también informativo, que visibilice a los excluidos.

El día 13 de septiembre de 2016, el canciller de la República Islámica de Irán, Mohamad Yavad Zarif publicó un artículo de opinión en uno de los diarios más influyentes del mundo occidental: The New York Times. En dicho artículo, titulado “Let Us Rid the World of Wahhabism” “Libremos al mundo del Wahabismo” el diplomático persa detalla minuciosamente la necesidad de oponerse a una doctrina político-religiosa, que causa enorme daño, no sólo al nombre del islam, sino a un conjunto de creencias y la propia necesidad de relaciones internacionales basadas en el respeto a la autodeterminación y los derechos humanos. El mundo, según nos señala el Canciller Iraní debe trabajar unido para librarse del influjo de un credo que ha resultado nefasto y que se ha constituido en una perversión para la humanidad.

La pausa de acciones bélicas en territorio sirio, que los gobiernos de la Federación Rusa y Estados Unidos acordaron en Ginebra el día 9 de septiembre, entró en vigor tres días después, dejando en el ambiente grandes interrogantes respecto a su puesta en práctica, efectividad y los resultados que se pudieran obtener, sobre todo, porque procesos anteriores de treguas y negociaciones de paz han resultado un fracaso.

El lenguaje, el contenido y la ocasión en que se reveló esta sura, son claras pruebas de que ha sido en La Meca y es muy remoto alegar que haya sido revelada en Medina.Fue revelada, cuando los musulmanes todavía constituían una minoría y la mayoría era incrédula.En ese entonces, el Enviado de Dios (PB) estaba muy presionado, puesto que se le insistía que se conciliara con la idolatría. Él rechazaba la conciliación, pero lo hacía pacíficamente.

A quince años de los atentados contra Estados Unidos, donde murieron 3 mil personas en las denominadas Torres Gemelas, el Pentágono y los pasajeros de los aviones involucrados en estos actos terroristas, ha comenzado a develarse la real implicancia de Arabia Saudita en estos hechos.Hasta ahora la versión de las administraciones estadounidenses, desde el año 2001 a la fecha, tanto con George W. Bush como las de Barack Obama ha sido el de descartar la participación de la Monarquía Wahabita en el financiamiento y apoyo al grupo de terroristas que ejecutaron los atentados del 11 de septiembre. Esto, a pesar de todas las líneas investigativas y pruebas que mostraban que la Casa al Saud está involucrada. ¿Por qué negarse a investigar a fondo, denunciar y sancionar a aquel país que aparece como cómplice en la muerte de miles de sus ciudadanos?

La ciudad de La Meca, sitio sagrado para los 1.400 millones de musulmanes, ha sido nuevamente escenario de una catástrofe de proporciones. La muerte de 1.300 peregrinos en una avalancha humana, puso nuevamente en el centro del debate la falta de una administración adecuada, de la escasa política de seguridad preventiva y el descontrol de las autoridades saudíes, para atender a millones de peregrinos que año a año visitan esta ciudad santa.En la localidad de Mina a cinco kilómetros al este de La Meca - en el valle de Mina está el Puente Jamarat, ubicación precisa donde se realiza el ritual de la lapidación del diablo – Hach – en la carretera que une el centro de La Meca con el Monte Arafat , la muerte de 1.300 peregrinos y las heridas de otros 3 mil enlutan a los millones de creyentes a lo largo del mundo.

El Ha?? de Abraham, que el Islam ha presentado a los musulmanes como un regalo, es la manifestación del orgullo, la espiritualidad, la unidad y la gloria. Les demuestra a los malévolos y enemigos, la grandeza de la comunidad islámica y su dependencia del poder eterno de Dios. Pone de relieve la distancia entre los musulmanes y el pozo negro de la corrupción, la humillación y la tiranía que los opresores y los prepotentes internacionales imponen sobre las sociedades.

La presencia de Irán en Latinoamérica se dejó sentir con fuerza en este mes de agosto, con la decisión del gobierno de Teherán de salir al mundo a través de la visita oficial del canciller Mohamad Yavad Zarif, que cruzó el “gran charco”.Un viaje a países considerados por la República islámica de Irán como aliados en tiempos difíciles, que dieron respaldo a la nación persa en momentos que sufría el bloqueo y las sanciones por parte de Washington y su cohorte de asociados. El viaje de Zarif se muestra así como una política exterior coherente, con decisión, libre de las sanciones y bloqueos tras la firma de los acuerdos nucleares entre la nación persa y el grupo de países miembros del Consejo de Seguridad Permanente – Rusia, China, Estado Unidos, Francia, Inglaterra a los que se sumó Alemania – G5+1. Una decisión histórica que tendrá importantes repercusiones.

Desde el martirio del Imam Hussein (AS) en Karbalá, se viene conmemorando este evento por los seguidores de la escuela shi´ita o jafarita, casi de una manera exclusiva. Es necesario recordar que la rebeldía del Imam Hussein (AS) nace como un gesto de inconformidad legítima ante la transformación de la sucesión del califato islámico a reinado, por herencia, por parte de Mu´áwiyah Ibn Abi Sifián, quien designó a su hijo Yazid como su sucesor, rompiendo así diversos valores de la nación islámica, e incumpliendo las condiciones que el Imam Hassan (AS) le había impuesto para ceder el poder, en un acto tendente a proteger la unión de la nación islámica.

Son muchos los temores que inundan la política israelí y que irradian a su sociedad, que bajo los oropeles de una riqueza aparente, oculta los costos de una ocupación contra el pueblo palestino.A pesar de su discurso y su actuar belicista, Israel analiza con alarma la corriente política internacional, que pone a la entidad sionista en el centro de la crítica por su política colonialista, racista y criminal en Palestina, su apoyo a grupos terroristas en Oriente Medio, el afán de entorpecer el desarrollo de relaciones de Irán con el mundo, y practicar una política de persecución contra todas aquellas voces que condenan su actuar.
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