El autor del libro «El Islam revolucionario y la revolución islámica», del que hemos extraído este artículo y esperamos ofrecer en los próximos números más sobre el tema, es un académico iraní involucrado en la revolución islámica de Irán. Como profesor de Universidad de estudios islámicos, y como diplomático, está cualificado para dibujar los rasgos de la revolución en sus caracteres verdaderos,  para dar las respuestas precisas no tratadas hasta ahora y así ayudar al  observador inteligente e  insatisfecho, a entender la postura d el Islam contra las superpotencias y contra el poderoso régimen del Sha, contra el colonialismo, explotación e imperialismo y cómo el Islam continúa inspirando a la comunidad musulmana del mundo contra la opresión.Así es como las revoluciones islámicas, a través de la historia del Islam, tienen su sentido y derecho dentro del propio Islam.
La identificación de los recursos naturales de riqueza y las nor­mas correspondientes a los mismos es una de las partes más importantes de las enseñanzas islámicas. Algunas de estas fuentes son exte­riores a nuestro planeta tierra, morada del ser humano. Tal es el caso del sol que es fuente de luz y calor para la tierra, sus habitantes y muchos otros planetas. Así también la luna que produce las mareas y otros efectos beneficiosos para el ser humano. De igual manera, el aire, las nubes y las estrellas que producen importantes efectos sobre la vida humana.
El informe Chilcot sobre la invasión de Irak en 2003, son la muestra palpable de la mentira y la impunidad de los políticos europeos y estadounidenses.Las repercusiones del Informe del diplomático inglés John Chilcot,  respecto a la intervención del Reino Unido en la guerra de agresión contra Irak, a partir del año 2003, e impulsada por el ex Primer Ministro Laborista Tony Blair, aliado de la administración estadounidense del ex presidente  George W. Bush, son la muestra palpable que la mentira y la impunidad son parte del quehacer de los políticos europeos y estadounidenses, sean estos Laboristas o Conservadores, Populares o denominados Socialistas. Demócratas o Republicanos. Todos, cortados por la misma tijera.
Pasada la conmemoración del Día Mundial del refugiado millones de seres humanos siguen ahí, se mueven y desplazan en su propio país o emigran pues el suyo ya no es un sitio seguro. Cruzan desiertos, selvas, montañas, se ahogan en los mares que se suponen deben unir al ser humano. Viven hacinados en tiendas precarias, malnutridos, sobreviviendo, añorando sus hogares y soñando construir uno. La conmemoración del Día Mundial del Refugiado sacó de las sombras un fenómeno que debe avergonzarnos.
El año 1979,  a escasos meses del triunfo de la Revolución Iraní, su líder, el fallecido Imam Jomeini designó el último viernes del ramadán como el Día Mundial de Al Quds – nombre de Jerusalén, La santa, en árabe - destinado a colocar la causa del pueblo palestino por su autodeterminación en el centro de las preocupaciones de la comunidad musulmana  - la Umma - del mundo entero.El día 7 de agosto del año 1979 el Imam Jomeini declaró “A lo largo de todos estos años, he advertido a los musulmanes del peligro del ocupante israelí, que estos días ha intensificado sus feroces ataques a los hermanos y hermanas palestinos, y que está bombardeando especialmente las casas de los combatientes palestinos en el Sur de El Libano para aniquilarlos.
Cualquiera sea su circunstancia, el hombre necesita siempre ali­mento, ropa, alojamiento y otras cosas de la vida, en correspondencia con su desarrollo intelectual y social, intenta asegurarlas en la mayor cantidad, de la mayor calidad y de la manera más rápida posible. Hasta donde sabemos, la cuestión de asegurarse los medios de vida ha sido siempre considerado en todas partes y aún es considera­do, un problema esencial de la vida humana. En todos los períodos ha sido uno de los problemas principales que ha atraído la atención de los individuos así como de las naciones.
La necesidad de celebrar el Día de Quds; La celebración del Día de Quds; Los efectos de la celebración del Día de Quds; El combate al Día de Quds; El deber de la comunidad islámica mundial en el Día de Quds; El Mundo Islámico debe estar atento al caso palestino.
En realidad, el prodigioso lavado de cerebro al que estamos sometidos tocante al Islam y los árabes no es algo nuevo: lo encontramos desde hace siglos en las obras de los cronistas, viajeros e historiadores sobre “moros”, “sarracenos” y “mahometanos”, pero las luchas de los años cincuenta, la crisis petrolera de los setenta, la desesperación creada por la tragedia del pueblo palestino y los acontecimientos de Irán le han dado una fuerza y proporciones insospechadas.Desde los primeros balbuceos de nuestro idioma, el musulmán es siempre el espejo en el que de algún modo nos vemos reflejado, la imagen exterior de nosotros que nos interroga e inquieta. A menudo será nuestro negativo: proyección de cuanto censuramos en nuestro fuero interno, y objeto por tanto de aborrecimiento y envidia. A veces, también la imagen romántica y atractiva de un imposible ideal.
Una nueva matanza, en esta ocasión en la estadounidense ciudad de Orlando, en el Estado de Florida, ha significado hasta ahora la muerte de 50 personas y medio centenar de heridos. Una acción criminal que constata, nuevamente, la fragilidad en materia de seguridad pública de una sociedad, que posee tantas armas particulares como población: 300 millones.El Club Pulse, ubicado en la ciudad de Orlando,  fue el escenario de un ataque llevado a cabo por un hombre,  que armado de un fusil de asalto y una pistola masacró, en una conducta absolutamente condenable, sin justificación alguna que avale este crimen, a cuanta persona se le cruzó en el camino. Omar Mateen, de 29 años de edad, estadounidense, guardia de seguridad y abatido por la policía, ha sido sindicado como el culpable de esta masacre.
Mohamed Abdelaziz nació en Smara, tal como lo señaló en una entrevista dada en Tifariti en julio del año 2014 “en una zona poco retirada de la parte urbana a 170 kilómetros al otro lado del muro. Mi infancia transcurrió entre Hagunia y Smara. A fines del año 1956 mi familia tuvo que refugiarse en el sur de Marruecos, al mismo tiempo que se desarrollaba una guerra de Liberación en Argelia. Por ese tiempo, muchos de los Saharauis, entre esos mis padres, se incorporaron esa lucha contra el colonizador. Las potencias colonizadoras eran Francia y España. El espíritu reinante de la época era, entre todos, tanto en Egipto como en Túnez y Argelia, de involucrarse en la lucha contra la expulsión del colonizador y fomentar la idea nacionalista por la autodeterminación de los pueblos. Este espíritu reinante, es lo que ha hecho, que desde mi propia infancia, desde la escuela primaria como coránica, esté impregnado de este espíritu de lucha por la autodeterminación”.